A las 0.00 horas del viernes 06 de noviembre daría comienzo el que se convirtió en uno de los fines de semana más mágicos que he vivido. Justo en ese momento se hacía público "Génesis" el primer gran trabajo de nuestro ídolo. Tras días de nervios e ilusión esperando descubrir el resultado, por fin podíamos escuchar los temas que Juan había seleccionado para compartir con nosotros en esta ocasión tan especial.
Fueron muchos los que se percataron de que justo en el minuto uno del día ya podían conocer este disco. Yo no me dí cuenta hasta el desayuno sobre las siete y media. Revisando las notificaciones del grupo me di cuenta de que algunos de los miembros del club ya comentaban sus primeras impresiones. Tenía que ir a trabajar y no sabía aún como poder descargar los temas en el móvil para poder escucharlos. Para el medio día conseguí adquirirlos en una aplicación y así escucharlos por primera vez.
Un primer encuentro rápido sin apenas tiempo de disfrutar cada uno de los temas al completo pero ya podía percibir los primeros sentimientos. Deseaba que acabara el día para poder disfrutar de cada uno de ellos tranquilamente e intentar percibir el sentimiento que Juan les había impregnado. Y no podía esperar hasta tener el disco en mis manos, además al día siguiente era la presentación en directo y me moría por poder entonar alguna nota durante el concierto. (téngase en cuenta que soy una horrible cantante y mi sentido del ritmo se manifiesta muy raramente, pero la ilusión hace que no me importe).
Por fin llegó la noche y aunque al día siguiente tendría que madrugar para coger el tren camino a Yecla, era incapaz de irme a dormir sin haber escuchado "Génesis" al completo para disfrutar cada uno de los minutos que lo componen. Me puse los cascos y le di al play. Perdí la noción del tiempo, cada tema enlazaba con el siguiente dando la sensación de que no había pausa entre ellos. A mi mente llegaban cientos de historias a las que las composiciones, las letras y las voces me trasladaban a cada instante. El vello a flor de piel y emocionada imaginando como sería la puesta en escena de este gran trabajo. Reconocía a Juan y veía sus manos sobre una guitarra con movimientos que el ojo humano en ocasiones es incapaz de percibir, recordé conciertos en los que embobada intentaba seguir sus dedos durante minutos sin poder creer que fuese posible hacer sentir tanto con unos acordes de guitarra.
El gran día empezó bien temprano para mí, madrugué la mañana del sábado para volver a coger un tren que me llevaría a recorrer los 400 kilómetros que me separaban de vivir un momento inolvidable. Trenes y autobuses cuentan desde hace años mi historia, forman parte de ella, porque en ellos recorro kilómetros que suman momentos en mi vida. En ellos vivo ilusión, emoción, sueños, recuerdos. Disfruto de las horas previas antes de un concierto o saboreo los recuerdos en el viaje de regreso.
A la llegada a mi destino me di cuenta por fin de que era realidad, de que estaba allí para vivir un momento único, no me lo iba a perder. Estaría en uno de los días más importantes para nuestro ídolo. Era su día y más que nunca deseábamos estar allí, que se diera cuenta del fruto de su trabajo, mostrado a través del brillo en los ojos que derrochamos los que le seguimos al tenerle delante. A la salida de la estación me recogían tres personas encantadoras las cuáles me han abierto sus brazos y sus casas y me han acogido maravillosamente. Y es que en los fans club, aunque muchos no lo sepan o no lo hayan llegado a sentir, se crean relaciones de amistad y cariño increíbles.
Seríamos más los que a lo largo del almuerzo nos uniríamos para compartir un momento de ilusión entre comida, risas y trabajo en equipo para conseguir sorprender a Juan. Ese momento se hizo más especial aún al coincidir sin saberlo con él, no hacía ni una hora que había llegado y ya pude abrazarle. ¡Que alguien me pellizque porque no me lo creo! Además supe por él que sería el encargado de hacerme entrega del disco que había ganado en un concurso del fans club. ¿Se puede pedir más? Así dio comienzo una tarde maravillosa, hacía meses que muchos de nosotros no nos veíamos pero ni siquiera teníamos tiempo de preguntarnos por nosotros, todos teníamos la mente en el concierto que íbamos a vivir esa noche. Charlamos durante la comida de lo que nos encantaba el resultado del disco y de la suerte que teníamos de poder estar ahí. Y sobre todo contábamos los minutos para que Juan se marchara y poder hacer nuestra magnífica pancarta. Nos encantaba que él estuviera al lado, pero se echaba el tiempo encima y queríamos sorprenderle. Tras su marcha, con una mezcla de risa nerviosa e ilusión, fuimos a la calle de al lado para crear la pancarta que esa noche luciría en el teatro. Un grupo pequeño de personas pero que cuenta con personas con mucho talento, gracias N y C por vuestro trabajo, al pintor por dejarse los dedos plata y a todos los demás que hicisteis de ese otro momento inolvidable. Me encantó formar parte de él.
Tras cambiarme en el hotel y lucir por fin mi camiseta del fans club, nos dirigimos a la puerta del Teatro para disfrutar en exclusiva de una hora de ensayos y contacto con el artista. Tan sólo con poner un pie en la sala y escuchar los primeros acordes una mezcla de frío, nerviosismo y felicidad me invadieron. El escenario, los músicos, el montaje... ufff aún me recorre un nudo en la garganta al recordar ese primer contacto con "Génesis" en directo. Nos sentamos en nuestra fila para disfrutar de aquél momento, a Juan lo veíamos pendiente de todo, controlando cada detalle, tenía unas ganas impresionantes de enseñar al mundo su trabajo, sus sueños, todo por lo que siempre ha luchado. Estábamos emocionados y aún no habíamos visto nada. Conocí en aquél momento a algunos de los colaboradores de este trabajo y a los que aún no había puesto cara. Momento de risas por el calor que producían algunos de ellos en el ambiente.
Pudimos charlar un rato con él antes de irnos a cenar algo y de que terminaran de prepararlo todo en el teatro para esa gran noche. Le vi sereno pero como él dijo "ansioso" por sacarlo todo y por cumplir con nuestras expectativas. Sigue sin creer que sea capaz de llegar a tanta gente y de despertar felicidad, un sentimiento que hace que no podamos dejar de seguirlo. Y es que Juan engancha.
Después de tomar algo rápido para cenar y compartir nuestros pensamientos, llegamos de nuevo al Teatro Concha Segura de Yecla ahora sí para vivir en directo la gran presentación de "Génesis" y compartir con Juan uno de los momentos más especiales para él, la puesta de largo de su primer gran trabajo.
Tercera fila, en pocos minutos bajan las luces y... espectacular ante nosotros toma forma "GÉNESIS" con una proyección que hizo humedecer los ojos a cada instante dando paso a los músicos que acompañarían a Juan en esa noche y finalmente: Él! No le había visto más radiante, guapo y grande nunca antes, estaba inmenso. Imposible apartar la vista de él en el escenario, daba la sensación de que hubiera encogido el escenario mientras Juan iba haciéndose más grande por momentos.
Mis compañeras de fila y yo comentábamos lo radiante que estaba y lo espectacular y grandioso del momento. Fue un inicio increíble. Pero sólo una muestra de lo que iría ocurriendo en los siguientes minutos. Y es que cada actuación era mejor que la anterior, o a mi así me lo aparecía. Enganchada como si de una obra de teatro se tratara intentando descifrar la trama y siguiendo a los actores en cada paso. Los músicos que acompañaron a Juan esa noche estuvieron magníficos, Andy C, Matt Vallejo, Frank González, Fer Varela, Ilu Pérez, Alberto Escarlata y a las cuerdas tres chicas maravillosas (disculpad que no recuerde sus nombres) fueron la colaboración perfecta para una noche mágica.
Vivimos cada tema con muchísima intensidad, aplaudimos hasta tener las manos enrojecidas e hinchadas incluso en algunos momentos doloridas, pero es que nuestro asombro y admiración iba creciendo cada vez más. Tanto los temas cantados como los instrumentales fueron espectaculares, a mi particularmente me emocionaron especialmente los instrumentales, no sé, era como si la música me hablara, no puedo explicar lo que sentí con "Impetus" o con "Las Horas"... no tengo palabras para hacerlo, pero si en la distancia me habían hecho revivir en mi mente momentos especiales, en directo fue como si de repente pusieran la mano sobre mi pecho para sentir los latidos de mi corazón, sentía mis latido salir del cuerpo, la piel de gallina, y un nudo en la garganta. Miraba a Juan, con esa pasión, ese sentimiento a la hora de tocar, increíble, mágico. Es un artista que transmite tanto con su música y con sus manos. No puedo dejar de mirarle cuando toca, es que me hipnotiza, me pierdo intentando seguir sus dedos recorriendo las cuerdas de la guitarra para dar vida a cada nota que ha seleccionado para nosotros. Sus solos son simplemente: IMPRESIONANTES.
Para Él era una noche importante y especial y así lo quiso compartir con todo el público asistente, eternamente agradecido con todos aquellos que han estado a su lado en esta aventura, nos llegó especialmente las muestras de cariño en todo momento a su fans club. Emotivos momentos para agradecer a sus familiares más cercanos la paciencia con la que habían estado siempre a su lado, que nos hicieron llorar a más de uno, pues parecía que su corazón era más grande que él, y ya es difícil. Dejó ver más allá del artista a la persona, al chico que lleva años soñando con un día como ese, al que ha pasado horas y horas encerrado con una guitarra dando vida a composiciones y repitiendo tantas veces fueran necesarias para conseguir el resultado deseado. En ese momento di más valor a "Génesis" y es que no es sólo un disco, es el sueño hecho realidad de una gran persona.
Mientras escribo esta entrada vuelven a brillar mis ojos recordando esa noche, no sé expresar con palabras lo que llegué a sentir en realidad, lo que si sé es que todo el concierto fue un gran espectáculo digno de ser exhibido en los más grandes teatros del mundo y ante el cuál dudo que nadie pueda quedar indiferente. Sé que me dejo muchos momentos por redactar pero no sabría hacéroslos llegar correctamente, porque son momentos para vivirlos y que sólo los sentimientos son capaces de dar forma.
Finalizado el gran estreno, esperamos a Juan para conocer de primera mano cuál era el sentimiento que tenía después de haberlo soltado todo como él deseaba. Mientras comentábamos la grandiosidad de la noche y lo espectacular que había sido la actuación de Juan, muestra de ello los minutos interminables de aplausos que cerraron el concierto que nos emocionaron a todos. Todo el público en pie aplaudiendo firmemente al que había sido un evento magnífico e inolvidable.
Momento que no olvidaré y que para mí fue una anécdota muy bonita,fue la entrega de mi disco, no lo olvidaré, lo especial no era que fuese el primero o el trescientos ochenta y tantos me daba igual, lo importante es quién me lo daba, y no era otro que su autor. Que Juan fuese quién me lo entregara era para mi lo más emocionante y sobre todo su dedicatoria. Gracias a la personas que fotografiaron ese momento e incluso lo grabaron para que siempre pueda tenerlo, aunque dudo que llegue a borrarse de mi memoria. Aunque él no llegue a creerse aún tan grande como para provocar en nosotros estos sentimientos y emociones, debe saber que no solo tenemos admiración por él, sino que le apreciamos de corazón.
El resto de la noche lo resumiría con tres palabras: frío, alegría y #CorazónSaurín; creo que son las tres cosas que compartimos todos los que después fuimos a celebrar el éxito de Juan.
La valoración técnica y musical de "Génesis" se la dejo a los expertos, yo no lo soy, sólo puedo transmitir lo que provoca en mi, y es sentimiento, y cuando algo te llega tanto y no puedes dejar de escucharlo es porque es un trabajo increíble. Cómo ya he dicho antes, Juan engancha.
Gracias a todos los que hicisteis de este un fin de semana maravilloso, todos los que me acompañasteis y con los que compartí todos estos momentos y sobre todo gracias a Juan por el maravilloso trabajo que ha hecho y por regalarnos una presentación espectacular, por llegarnos al corazón y sobre todo por compartir su talento para que el mundo pueda disfrutar de su música.
Ímpetus
